El movimiento jaguar del presidente Chaves hace alarde constantemente de sentirse identificado con el animal jaguar, el imponente felino que es fácilmente conocido por sus manchas en su pelaje, por su carácter solitario excepto en época de reproducción y cuando cría sus cachorros.
El nombre jaguar viene del idioma Tupi guarani que significa Bestia. El lunes 29 de noviembre se celebra el Día Internacional del Jaguar, el rey de los felinos de América. Talvez se le ocurra al presidente de declarar ese día, el 29 de noviembre, el Día del Jaguar nacional.
Los jaguares se pueden relacionar con otros jaguares cuando están en época de apareamiento. Por la forma en que el jaguar de Zapote se relaciona con otros interlocutores, y por los cambios que constantemente produce en su Gabinete, pareciera que está en permanente época y lance en ristre de apareamiento, si la oportunidad o la posibilidad de abuso laboral, sexual y de licor de buen whisky caro como es su fama, lo permite.
La identificación erótica política, con el jaguar, lo ha llevado a impulsar la producción de “pines” con la figura del jaguar, para colocar en vestidos, sacos y ropa de los funcionarios que lo acompañan, y que hace llegar a sus mesas de prensa para ponérselos en sus solapas, procurando con ellos la identificación, con el presidente, y con los movimientos jaguares en marcha.
Varios partidos pueden usar los mismos símbolos y colores si fuera del caso, si no hay contradicción entre ellos.
Cuando se denunciaron y dieron a conocer, del Jaguar de Zapote, sus prácticas abusivas a mujeres en el Banco Mundial se dio a conocer una lista de mujeres que habían sido víctimas de sus encantos animales y de su bestialismo sexual. Esperemos que el “pin” y su bestialismo jaguar no sirva también para marcar personas abusadas y comprometidas por el síndrome de Estocolmo, en lista que recibieron al jaguar.
El del valor de los “pines” del jaguar manifestado por el presidente ha dicho que corre bajo sus propios costos y no del Estado, con un aproximado a de 10.000 colones cada uno. Si así es, lo están atracando y estafando porque el costo de pines similares rondan en sus costos los 3000 colones. De modo que hay estafadores al presidente, que le siguen acompañando, o quien le mantienen la producción de los pines de jaguar que regalan en un negocio alrededor de ello.
Si los pines de los jaguares van a los simpatizantes, regalados o vendidos, a los partidos que se identifiquen con ese símbolo, tendrán que tenerlos en cuenta en sus finanzas electorales ante el Tribunal Supremo de Elecciones.
En cuanto cualquiera de los partidos que se impulsan bajo el movimiento de los jaguares, o todos ellos usen el emblema del jaguar, a modo de identificarse con el presidente y su continuismo, el “pin jaguar” podrán usarlos sus adherentes y seguidores, pero no lo podrán usar el presidente Chaves, ninguno de sus ministros, ni de sus altos funcionarios institucionales, porque caerían en la identificación partidaria que les está prohibida electoralmente.
En cuanto a la pequeña manada de jaguares, de 10 diputados que se eligieron, con la misma bandera del presidente Chaves, en la Asamblea legislativa, dos se salieron de ese grupo, entre ellos la presidenta y principal dirigente y organizadora de ese partido, Luz Mary Alpízar Loaiza, quien sigue ante las instancias legales del Tribunal Supremo de Elecciones como la principal dirigente de su partido Progreso Social Democrático.
Los diputados que salieron electos por esa bandera le fueron impuestos a ese partido por Rodrigo Chaves y su grupo de asesores en ese momento de la campaña, quedando Luz Mary Alpízar Loaiza reducida a su única presencia y marginada de las tomas de decisiones relacionadas con el partido que ella representa y del gobierno que eligió a Chaves.
Conflictos en ese partido llevaron a esos diputados a retirarse para dar apoyos a otros partidos participaron en las elecciones municipales, separándose de hecho del partido Progreso Social Democrático, situación que tuvieron que revertir porque se quedaban sin una serie de privilegios que tienen los diputados si están en las fracciones oficiales de los partidos por los cuales salieron electos.
En el momento que regresaron a su partido Progreso Social Democrático, lo hicieron de manera formal únicamente. No responden ninguna decisión y acuerdo del partido. Responden exclusivamente al mandado y líneas que les hace llegar el presidente Chaves, por medio de su vocera, la jaguara Pilar Cisneros.
Para limpiar el panorama electoral en marcha todas las demás fracciones parlamentarias deben dirigirse a esos diputados salidos del partido Progreso Social Democrático, e identificados con el presidente Chaves, y con ello oficialistas, sin que lo sea el Partido Progreso Social Democrático el que los represente.
Si esos diputados hablan a nombre del partido, lo deben hacer del partido Progreso Social Democrático, lo que no les conviene porque está en marcha hacia las elecciones del 2026, al margen de los partidos jaguares, con otro candidato presidencial y hablar con ese nombre ayuda a este partido más que a cualquier otro, ayuda la candidata que postule, y a la misma Luz Mary Alpízar Loaiza, principal dirigente de ese partido.
Los diputados que salieron electos por esa bandera, se quedaron sin esa bandera, excepto su presidenta Luz Mary Alpízar Loaiza, que sería la favorecida de que todos los discursos de esos diputados se hagan a nombre de Luz Mary Alpízar Loaiza y su partido. Luz Mary Alpízar Loaiza es la más interesada en estar hablando a nombre de su partido en todas sus intervenciones y distanciándose en lo que corresponda de sus otros diputados.
Los otros partidos parlamentarios deben revisar su trato discursivo con estos diputados chavistas. Hay que llamarlos diputados chavistas, diputados jaguares o diputados independientes.En cuanto el presidente Chaves siga atacando, en la forma agresiva, vulgar, intimidante, amenazante, interviniendo en la INDEPENDENCIA del Poder Legislativo, los diputados como un todo, deberían reducir al grupo de los diputados dependientes de las faldas de la Pilar Cisneros a su condición de diputados independientes, con las restricciones de participación en las reuniones de las fracciones, y limitarles lo que les corresponda legalmente en la vida parlamentaria que les queda, así como definir mejor a cuáles comisiones legislativas se les debe asignar en la próxima y última legislatura del actual de Gobierno.
En cuanto los partidos del movimiento de los jaguares que logren sus inscripciones y anuncien sus posibles candidatos, los actuales diputados que apoyan a Chaves, siendo diputados del Progreso Social Democrático, tendrán que irse identificándose en sus apoyos a los distintos partidos jaguares, si la intención es lograr como ha señalado el presidente Chaves de obtener 40 diputados en la próxima campaña electoral, los que tienen que elegirse por varios partidos.
Esta es una buena forma de disminuirle la presencia electoral o beligerante que tiene Chaves actualmente y de obligar a sus diputados a mostrar sus movimientos de jaguares en la Asamblea Legislativa, para que se aprecie mejor, que no están haciendo nada importante.
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